La mayoría de los años, disfruto estar con mis hijos en el
verano. Tenemos una combinación de días de campamento, días de juego, tiempo
libre, salidas, vacaciones y días de relajación a la vieja escuela. Aun mejor,
realmente disfruto pasar tiempo con cada uno de ellos. Son muy divertidos.
Este verano, sin embargo, no se disfrutó mucho puesto que
nuestro equilibrio de tiempo libre y bien estructurado se salió de control. Mi
esposo y mi hijo, el mediano, se iban al campo de béisbol casi todas las
noches; mi hija la mayor cuando no estaba de niñera estaba ensayando para un
espectáculo; y mi más pequeño estaba con dos
lesiones menores que lo dejaron fuera del campamento y de la gimnasia.
Nuestros horarios dieron un giro. Yo estaba luchando por tener un poco de
tiempo con mi hija, y me encontré bastantes horas en el cuarto de lavado,
lavando manchas de los uniformes después de un juego.
Pensándolo bien, no es una gran cosa. Sé que las cosas pueden
ser mucho peor, pero un horario volteado es lo que mi hijo de 15 años llama un
problema importante. Sin embargo, para mediados de agosto, necesitábamos ya una
organización. Después de todo, ¿Cuántas noches pueden quedarse mis hijos
despiertos viendo películas de tiburones? Ya era hora de regresar a la escuela.
Pues aquí estamos. Denme un mes o algo así, y ya voy a estar
extrañándolos, pero nos va mucho mejor con una rutina regular. Con todo el
mundo asistiendo a la misma escuela este año, nuestras transiciones han sido bastante
predecibles. Lo cual significa que estoy volviendo a mi “programación regular”
de madrugar, una clase rápida en el gimnasio, los niños a la escuela después de
una mañana de trabajo.
Pero primero, un poco de tiempo para mamá. Mis amigas Melisa y
Paola hacen un trabajo espectacular al organizar café para las mujeres del
vecindario. Esta tradición podrá verse un poco anticuada pero yo la aprecio
mucho, especialmente cuando es tiempo de regresar a la escuela. Incluso cuando
muchas de nosotras que trabajamos todo el tiempo, intentamos estar presentes,
porque nos da la oportunidad de ponernos al día unas con otras a pesar de
nuestras vidas ocupadas y las agendas de nuestros hijos. Es genial ver a mis
amigas del vecindario de nuevo, muchas de las cuales solo eh visto en las redes
sociales durante el verano.
Siempre hay cosas deliciosas para almorzar… quiche, sándwiches,
fruta y usualmente hay una cazuela con desayuno. Yo me estaré agregando al festín
con una botana de palomitas con durazno. Preparado con maíz palomero y yogurt
bajo en grasa, esto es una muy buena adición a la mesa del almuerzo. SOLO PARA
MAMÁS.
Escribe: ¿Cuál es tu tradición
favorita para el regreso a clases? Y ¿Eres tú, de las mamás que festeja el
regreso a clases o quisieras que el verano jamás terminara?
Palomitas
de maíz con Durazno
Ingredientes
• 10 tazas de maíz palomero reventado
• 1/2 taza de arándanos secos
• 1 taza de yogurt bajo en grasa sabor durazno
• 1/2 taza de azúcar
• 1/2 taza de azúcar morena
• 1/3 taza de jarabe de maíz
• 1 taza de yogurt bajo en grasa sabor durazno
• 1/2 taza de azúcar
• 1/2 taza de azúcar morena
• 1/3 taza de jarabe de maíz
Preparación
1. Deja maíz palomero reventado y los arándanos secos en un bol grande y mantenlo tibio.
1. Deja maíz palomero reventado y los arándanos secos en un bol grande y mantenlo tibio.
2. Combina el yogurt, el azúcar y el jarabe de maíz en una
cacerola de aproximadamente 10 tazas; cocina a fuego medio, agitando
constantemente hasta que se forme jarabe espeso, hilos un poco viscosos que
goteen de la cuchara.
3. Vierte sobre el maíz palomero, revolviendo para cubrir y Servir.
3. Vierte sobre el maíz palomero, revolviendo para cubrir y Servir.
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